
Bestiario y seres mitológicos
- Abundan los leones, grifos, arpías, sirenas, centauros, de influencia oriental e islámica.
- Simbolizan el mal, el demonio, la herejía, el pecado, el paganismo, y enlazan con las bestias del Apocalipsis, pero no siempre: las aves pueden representar las almas de los difuntos, por influencia egipcia (ba=ave con cabeza humana); los leones a veces personifican a Cristo triunfante.
- Cuando aparecen entrelazados o atacando a personas, aluden al demonio, que ataca a los humanos para abocarlos al infierno.
- El Bestiario se inspira en una obra del s. II d. C. (Phisiologus), que se recupera en la Edad Media y se ilustra con animales reales o fantásticos, cada uno con una leyenda sobre el mismo y una moraleja (al igual que las fábulas de Fedro y Esopo, en boga de nuevo en el s. XVIII).
- Los Beatos también contienen monstruos y seres mitológicos, con igual significado y las mismas influencias. A veces se disponen de modo simétrico, en postura heráldica o en torno a un árbol (el árbol de la vida).
- El infierno medieval se halla poblado de demonios y monstruos que castigan a los condenados con todo tipo de tormentos.
Vicios, pecado, herejía, simbolizados en canecillos y capiteles principalmente
Las figuras grotescas, deformes, obscenas y gesticulantes de los canecillos representan el pecado, los vicios, la herejía, el demonio, la degradación moral, y su consecuencia es el infierno. Se trata de monstruos, hombres o mujeres en actitudes pecaminosas.
Un ejemplo lo constituye la escultura de La avaricia en el pórtico de la iglesia de la abadía de Moissac (Francia), en la cual se muestra a un avaro ahorcado, a consecuencia del peso de su codicia.
Lo mismo podríamos decir de La lujuria de dicho pórtico: las serpientes (tentación) muerden los senos y el sexo de la mujer o el sexo del hombre, en presencia de demonios. Se deforma a la persona y sus órganos sexuales para provocar rechazo social y moral.
Los monstruos y animales salvajes de los canecillos o capiteles remiten igualmente al mal, al pecado, a la herejía, al demonio, a los vicios. La Iglesia aplasta el mal,como el alero del tejado aplasta a los canecillos, cuyos temas iconográficos policromos eran comunes a toda Europay tenían un fin moral.
Músicos, juglares y bailarinas eran considerados pecadores y “gente sin honra” por su vida bohemia.
Algunos ejemplos de bestiarios en nuestras iglesias y catedrales:



Tetramorfos de la catedral de Ávila




Interior de la catedral de Ávila



Iglesia románica de Santa Fe de Conques (Francia)

Tímpano: en el centro el Pantocrator (en amarillo), a su derecha los salvados (en naranja), a su izquierda los condenados (en verde), (Imagen obtenida en el Blog de la ciudad ideal).
Desplaza el control de izquierda a derecha para identificarlos.

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