
Pasos para madurar emocionalmente
- Asumir que somos seres limitados y que hay acontecimientos y circunstancias que se hallan más allá de nuestro control.
- Desdramatizar la vida: seamos espectadores, en vez de actores dramáticos. Como espectadores, no debemos identificarnos con lo que vemos o sentimos. De este modo, nos liberaremos de prejuicios, actitudes, arrebatos emocionales y ansiedades innecesarias.
- Aceptarnos como somos, aunque sin renunciar a cambiar aquellos aspectos de nuestra personalidad que nos desagradan.
- Mostrarnos positivos, incluso en situaciones adversas.
- Aislarnos de nuestras preocupaciones unos breves momentos cada día para escuchar la voz de nuestra conciencia, de nuestro interior.
- Aprender a relajarnos y a concentrarnos, incluso en medio del bullicio y del estrés.

- Rehuir sufrimientos inútiles, generados por nuestras emociones descontroladas.
- Vernos como realidades físicas, psíquicas, mentales y espirituales (inmateriales).
- Adoptar actitudes constructivas en la vida.
- Ser fieles a nuestra verdadera escala de valores internos, frente a valores superficiales y externos, que giran en torno al poseer, y no al ser.
- Ayudar a los demás a ser felices. Quien ayuda a los demás, se está ayudando a sí mismo.
- Rehuir culpabilidades innecesarias. El pasado, pasado está. Miremos hacia el futuro, hacia lo que queremos ser, no a lo que hemos sido.
- Trabajar la autoconciencia al menos alguna vez durante el día: ¿qué estoy haciendo?, ¿es eso lo que de verdad quiero hacer?, ¿me encuentro a gusto conmigo mismo?, ¿cómo quiero sentirme?
- Aprender a meditar en su sentido psicológico: poner la atención en un objeto, una persona, un color, un sonido, una frase…; adentrarnos en nuestro interior y huir del excesivo bullicio que nos rodea, autoobservarnos, autocontrolarnos… “Todo lo que buscas, está dentro de ti. Sólo tienes que descubrirlo.”

- El silencio facilita la concentración, el equilibrio interno, la paz interior, la adquisición de conocimientos, el desarrollo de la personalidad…
- Practicar a diario el control emocional, detectando situaciones de alteración afectiva, emociones predominantes, pensamientos asociados, consecuencias, alternativas… No siempre hay coincidencia entre pensamiento y sentimiento.
- Distinguir entre esencial, importante y secundario. Esenciales son los valores que rigen nuestra vida (libertad, justicia, amor, familia…); importantes, las normas que facilitan la convivencia entre los seres humanos; secundario, lo externo, lo superficial, el consumo por el consumo, la moda en cuanto tal…
- No cargar con los problemas de los demás. Hay que ayudar en lo que se pueda, pero no dejarse atrapar por las emociones ajenas. No confundamos empatía con secuestro emocional. Aportemos soluciones. Si no las encontramos, busquemos quién pueda aportarlas y cómo.
Jampolsky y los principios esenciales de la sanación de actitudes
- “La esencia de nuestro ser es el amor.
- La paz interior es salud. La curación consiste en liberarse del miedo.
- Dar y recibir son la misma cosa.
- Podemos desprendernos del pasado y del futuro.
- El único momento que hay es ahora.
- Podemos aprender a amarnos a nosotros mismos y a los demás, perdonando, en vez de juzgar constantemente.
- Podemos aprender a encontrar amor, en vez de odio y defectos.
- Podemos disfrutar de paz interior, independientemente de lo que suceda en el exterior.

- Puesto que el amor es eterno, la muerte no debe amedrentarnos.
- Todos somos maestros y discípulos unos de otros.
- Podemos concentrarnos en la totalidad de la vida, y no sólo en fragmentos.
- Siempre estamos brindando amor o demandando ayuda”.
Dimensiones de la inteligencia emocional. Jampolsky estructura la inteligencia emocional en cinco dimensiones:

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